¿Sabes cómo tomar el té verde?

El té verde es uno de los más saludables. Sin embargo, no siempre parece estar demasiado claro cómo tomar el té verde. A continuación, mostramos los distintos aspectos de este ingrediente para lograr sacarle el máximo partido posible.

¿Cómo tomar el té verde?

Siempre entre comidas. Es la mejor manera para conseguir que el organismo absorba todos sus nutrientes. El momento más adecuado es siempre dos horas antes, o dos horas después, de cada comida para evitar que el organismo deje de captar los nutrientes esenciales, principalmente minerales, que proceden de la dieta.

Si queremos adelgazar lo más conveniente es consumirlo durante las comidas. Lograremos que el organismo capte menos grasas y que el metabolismo trabaje de forma más intensa. Así mismo, cabe reseñar que, dependiendo de la opinión que consultemos, se nos aconsejará que no tomemos té verde en ayunas, ya que podría llegar a producir daños digestivos y cierta deshidratación. En otros casos, se defiende esta forma de degustarlo para mejorar la capacidad de aprovechamiento del organismo de sus propiedades.

La cantidad máxima aconsejada es de dos tazas diarias. El exceso de té verde puede provocar efectos secundarios como nerviosismo, irritabilidad e insomnio.

Como preparar Té verde

Su correcta preparación pasa por las siguientes consideraciones:

- No resulta necesario hervir el agua o calentarla en el microondas demasiado tiempo. El agua demasiado caliente provoca un sabor amargo mientras que el demasiado frío impedirá disfrutar de sus virtudes. Una temperatura inferior a 80º C, y cercana a los 70ºC, es la perfecta para convertir nuestra taza en una delicia. Para lograrlo, debemos hervir el agua y dejarla reposar durante unos minutos antes de preparar el té.

- Mejor en tetera. Cuando el agua esté a la temperatura adecuada añadiremos el té verde. Es muy importante evitar que las hojas estén en contacto con el agua durante más de tres minutos. En este sentido, nos resultará útil realizar pruebas con el periodo de reposo hasta conseguir el sabor que buscamos.

Té verde con leche

Para deleitarnos con una taza de té verde con leche lo dejaremos reposar el tiempo que deseemos, a más tiempo mayor amargor. La leche debe ser incorporada poco a poco y sin cesar de remover hasta alcanzar una mezcla homogénea. Tras un tiempo de reposo estará listo para tomar.

Té verde frío

Debemos prepararlo de la manera antedicha. Cuando retiremos las bolsitas de té lo dejaremos reposar y enfriar a temperatura ambiente. Lo meteremos en el frigorífico durante unas dos horas. Pasado ese tiempo, llenaremos un vaso con hielo y añadiremos el té.

Si lo preferimos con leche bastará con añadir leche condensada o normal y no emplear hielo.

Propiedades del Té verde

Destaca por:

- Tener un alto contenido en antioxidantes. Elementales para evitar la oxidación celular.

- Es anticancerígeno. Según varios estudios, atesora una especial incidencia en el retraso de la aparición del cáncer de próstata.

- Baja el colesterol, mejorando así la salud cardiovascular de las personas que lo degustan.

- Estimula la función hepática y ayuda a eliminar las toxinas con facilidad.

- Es un poderoso coadyuvante en dietas de adelgazamiento.

- Equilibra los niveles de glucosa en sangre. Es idóneo para los diabéticos.

- Resulta esencial para prevenir la artritis.

- Refuerza el funcionamiento del sistema inmunitario.

En definitiva, el consumo habitual de té verde provoca una mejora sensible del estado de salud. Progresivamente conseguiremos ir sintiéndonos mejor al reforzar el funcionamiento de nuestro organismo. Lo recomendable es apostar por un té de calidad, preparado de la forma ya expuesta.

Una taza al día nos permitirá paliar los síntomas de múltiples enfermedades con enorme facilidad. Ahora que ya conocemos como tomar el té verde, de nosotros depende incorporar esta saludable opción a nuestra dieta diaria para incrementar nuestra energía y calidad de vida.