Rooibos: propiedades, beneficios, contraindicaciones y cómo prepararlo en infusión
Aspalathus linearis
Índice de contenidos
¿Qué es Rooibos y para qué sirve?
El rooibos es una planta originaria de Sudáfrica, concretamente del Aspalathus linearis, un pequeño arbusto que crece de forma silvestre en las montañas de Cederberg. Su nombre en afrikáans significa “arbusto rojo”, haciendo referencia al tono rojizo que adquieren sus hojas tras el proceso de oxidación al sol, momento en el que desarrollan su sabor dulce y afrutado característico.
Aunque a menudo se le denomina “té rooibos”, no proviene de la planta del té (Camellia sinensis) y no contiene teína ni cafeína, por lo que se trata de una infusión natural y relajante.
Tradicionalmente, el pueblo sudafricano ha utilizado el rooibos con fines medicinales desde el siglo XVII, y hoy su consumo se ha extendido a más de 140 países. Su éxito radica tanto en su agradable sabor como en sus múltiples beneficios para la salud, gracias a su riqueza en antioxidantes, minerales y vitaminas.
Entre sus principales propiedades, el rooibos es conocido por su acción antioxidante, digestiva, antialérgica y remineralizante. Además, se le atribuyen efectos antiinflamatorios y antivirales, ayudando a fortalecer el sistema inmunológico y a proteger el organismo frente al envejecimiento celular.
¿Cuántos tipos de Rooibos existen?
Aunque solemos hablar de “rooibos” como si fuera una única variedad, en realidad existen dos tipos principales según su proceso de elaboración: el rooibos rojo y el rooibos verde. Ambos proceden de la misma planta —Aspalathus linearis—, pero se diferencian por el tratamiento de sus hojas tras la cosecha, lo que da lugar a distintos sabores, aromas y propiedades.
Rooibos rojo
Es la versión más tradicional y popular (Rooibos Rojo fermentado). Las hojas se dejan oxidar al sol, adquiriendo su característico tono rojizo y un sabor dulce, suave y ligeramente amaderado. Este proceso también potencia su acción antioxidante y su riqueza mineral. Es la infusión ideal para quienes buscan una bebida relajante, reconfortante y sin cafeína, perfecta para cualquier momento del día.
Rooibos verde
En esta variante (Rooibos verde sin fermentar), las hojas se secan rápidamente para evitar la oxidación, de forma similar al té verde. Así se conservan mejor los antioxidantes naturales, especialmente la aspalatina, un flavonoide con potente efecto antienvejecimiento. Su sabor es más herbal y fresco, y resulta excelente para quienes buscan una infusión con un perfil más ligero y vegetal.
Propiedades del Rooibos
El rooibos es una de las infusiones más completas que existen a nivel nutricional. Su composición natural, libre de teína y rica en minerales y antioxidantes, lo convierte en una bebida saludable ideal para cualquier momento del día.
Antioxidante natural: contiene flavonoides, vitamina C y quercetina, que combaten los radicales libres responsables del envejecimiento celular.
Antiinflamatorio y antiviral: sus compuestos fenólicos ayudan a reducir la inflamación y fortalecen las defensas del organismo frente a virus y bacterias.
Rico en minerales esenciales: aporta hierro, calcio, magnesio, manganeso, potasio, sodio, zinc y flúor, esenciales para mantener el equilibrio del cuerpo.
Digestivo y antiespasmódico: alivia molestias estomacales, cólicos y digestiones pesadas, gracias a la acción calmante de sus flavonoides.
Antihistamínico natural: contiene quercetina y aspalatina, que regulan la producción de histamina y ayudan a prevenir o aliviar alergias respiratorias y cutáneas.
Isotónico y remineralizante: ideal tras la práctica deportiva, ya que ayuda a rehidratar y reponer electrolitos perdidos.
Aliado de la piel y los huesos: su contenido en flúor, calcio y manganeso contribuye al cuidado de los huesos, dientes y articulaciones, además de mejorar la hidratación y elasticidad de la piel.
Sin teína ni cafeína: puede tomarse a cualquier hora y es apto para niños.
Beneficios del Rooibos
Tomar una taza de rooibos es mucho más que disfrutar de una infusión sin cafeína. Gracias a su equilibrio natural de antioxidantes, vitaminas y minerales, el rooibos aporta múltiples beneficios para la salud y el bienestar general del organismo.
Retrasa el envejecimiento celular: su alta concentración en antioxidantes combate los radicales libres, ayudando a mantener una piel más joven y un organismo más protegido frente al estrés oxidativo.
Fortalece el sistema inmunológico: los polifenoles, la vitamina C y los flavonoides del rooibos refuerzan las defensas naturales del cuerpo, ayudando a prevenir infecciones y resfriados.
Favorece la salud digestiva: es un excelente aliado para aliviar la acidez, los gases o las digestiones pesadas, actuando como antiespasmódico natural y calmando el sistema digestivo.
Previene la anemia y mejora los niveles de hierro: su contenido en hierro, combinado con vitamina C, favorece la absorción de este mineral, ayudando a prevenir la fatiga y la falta de energía.
Actúa como antihistamínico natural: gracias a la quercetina y la aspalatina, ayuda a reducir los síntomas de alergias estacionales, cutáneas o respiratorias sin provocar somnolencia.
Contribuye al bienestar mental y al descanso: el magnesio y los antioxidantes del rooibos ayudan a reducir el estrés, relajar el sistema nervioso y favorecer un sueño más reparador.
Apoya la salud cardiovascular: se ha observado que el rooibos ayuda a mejorar la circulación y a mantener niveles equilibrados de colesterol, protegiendo las arterias y el corazón.
Rehidrata y remineraliza el organismo: es una bebida isotónica natural, perfecta para recuperar minerales tras el ejercicio físico o en épocas de calor.
¿Cómo preparar Rooibos en infusión?
Preparar una deliciosa taza de rooibos es muy sencillo, y su versatilidad permite disfrutarlo tanto caliente como frío, solo o combinado con leche, bebida vegetal o un toque de miel. Su sabor naturalmente dulce y afrutado hace que no necesite azúcar añadido. Sigue estos pasos para preparar el rooibos perfecto:
Calienta el agua hasta unos 95 °C, sin llegar a hervir.
Añade 2 gramos de rooibos (una cucharadita) por cada 200 ml de agua.
Deja infusionar entre 5 y 10 minutos, según la intensidad de sabor que prefieras.
Cuela la infusión y disfruta al momento, o déjala enfriar si deseas tomarla como té helado.
Contraindicaciones del Rooibos
El rooibos es una de las infusiones más seguras y mejor toleradas que existen. Al no contener cafeína ni teína, puede disfrutarse a cualquier hora del día y es apta para niños, embarazadas, personas mayores o con hipertensión. No obstante, como cualquier planta con principios activos, conviene conocer algunas precauciones antes de un consumo excesivo o prolongado. A continuación, te detallamos las principales contraindicaciones del rooibos:
- Consumo moderado en personas con problemas hepáticos: algunos estudios apuntan a que un consumo muy elevado de rooibos (varias tazas concentradas al día durante largos periodos) podría afectar la función hepática en personas con patologías previas del hígado.
Precaución en tratamientos farmacológicos: si se siguen tratamientos médicos de forma continua, especialmente con fármacos anticoagulantes o hormonales, es recomendable consultar al médico antes de consumir rooibos de manera habitual.
Posible interacción con suplementos de hierro: aunque el rooibos contiene hierro, también posee taninos en baja cantidad que podrían reducir levemente la absorción de este mineral si se consume junto con las comidas o suplementos. Lo ideal es tomarlo entre horas.
No sustituye tratamientos médicos: pese a sus reconocidas propiedades antioxidantes, digestivas y relajantes, el rooibos debe considerarse un complemento natural, nunca un tratamiento sustituto.
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