MELISA
Melissa officinalis
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¿Qué es la Melisa?
La melisa (Melissa officinalis), también conocida como toronjil, hoja de limón o limoncillo, es una planta perenne de la familia de las lamiáceas, la misma a la que pertenecen la menta y el tomillo. Originaria del sur de Europa y la cuenca mediterránea, destaca por su agradable aroma a limón y por sus reconocidas propiedades calmantes y digestivas.
Su nombre proviene del griego melissa, que significa “abeja”, en alusión a la fuerte atracción que sus flores ejercen sobre estos insectos debido a su néctar dulce. Desde la Antigüedad, la melisa se utiliza como remedio natural para reducir el nerviosismo, favorecer el sueño y aliviar trastornos digestivos, convirtiéndose en una de las hierbas más apreciadas en fitoterapia.
La planta puede alcanzar hasta un metro de altura, con tallos herbáceos, hojas verdes de bordes dentados y flores blanquecinas ricas en aceites esenciales como el citral, citronelal, geraniol y linalol, responsables de su característico perfume cítrico y de muchas de sus propiedades terapéuticas.
Hoy en día, la melisa sigue siendo una de las infusiones más populares para quienes buscan bienestar natural, equilibrio emocional y relajación.
Propiedades de la Melisa
La melisa es una planta con una rica composición en aceites esenciales, flavonoides y ácidos fenólicos, responsables de sus numerosas propiedades terapéuticas. Su aroma cítrico y su efecto calmante la han convertido en una de las hierbas más utilizadas en infusión para promover el equilibrio físico y mental. Entre sus principales propiedades destacan:
Sedante natural: gracias a compuestos como el citral y el geraniol, actúa sobre el sistema nervioso, ayudando a reducir la tensión, el nerviosismo y la ansiedad.
Antiespasmódica y carminativa: relaja la musculatura del aparato digestivo, aliviando cólicos, gases y molestias estomacales.
Digestiva: favorece una digestión ligera y ayuda a calmar el estómago en casos de acidez o indigestión.
- Antioxidante: rica en flavonoides y ácidos fenólicos que combaten los radicales libres, protegiendo las células del envejecimiento prematuro.
- Antiinflamatoria y analgésica: contribuye a reducir dolores leves, inflamaciones o malestar general.
- Antiviral y antibacteriana: su aceite esencial se emplea para prevenir infecciones leves y tratar afecciones como el herpes labial.
- Antitiroidea: ayuda a equilibrar el funcionamiento de la glándula tiroides, especialmente en casos de hipertiroidismo leve.
- Aromaterapéutica: su perfume a limón favorece la relajación y el bienestar emocional, ayudando a mejorar el estado de ánimo y la concentración.
Beneficios de la Melisa
La melisa es una de las plantas medicinales más apreciadas por su capacidad para aportar tranquilidad, bienestar y equilibrio interior. Gracias a su combinación de aceites esenciales y compuestos antioxidantes, ofrece beneficios tanto a nivel nervioso como digestivo y emocional, siendo una aliada ideal en los momentos de estrés o agotamiento. Entre los principales beneficios de la melisa destacan:
Promueve la relajación y reduce el estrés, ayudando a calmar los nervios y disminuir la ansiedad.
Favorece un sueño reparador, ya que actúa como un suave sedante natural que ayuda a conciliar el sueño y mejorar su calidad.
Alivia molestias digestivas, como la hinchazón, los gases o los cólicos, gracias a su efecto antiespasmódico.
- Mejora la digestión y ayuda a reducir la acidez o el malestar estomacal tras comidas copiosas.
Contribuye al bienestar emocional, ayudando a equilibrar el estado de ánimo y combatir la irritabilidad o la fatiga mental.
Apoya la función cognitiva, estimulando la concentración y la memoria en momentos de sobrecarga o estrés.
Fortalece el sistema inmunitario, gracias a su acción antioxidante, antibacteriana y antiviral.
- Calma dolores leves, como los menstruales o musculares, por su efecto relajante y antiinflamatorio.
En conjunto, las propiedades de la melisa la convierten en una planta versátil y equilibrante, ideal para cuidar cuerpo y mente de forma natural.
Contraindicaciones de la Melisa
Aunque la melisa es una planta segura y bien tolerada cuando se consume en las dosis recomendadas, conviene conocer algunas precauciones para evitar efectos indeseados. Su acción relajante y su influencia sobre el sistema nervioso hacen que, en ciertos casos, sea necesario moderar su consumo o consultar con un profesional sanitario. Entre las principales contraindicaciones de la melisa destacan:
No se recomienda durante el embarazo ni la lactancia.
No apta para niños pequeños, especialmente por su posible efecto sedante.
Evitar su consumo junto con fármacos sedantes, ansiolíticos o antidepresivos.
No combinar con alcohol.
Precaución en personas con hipotiroidismo, pues la melisa puede disminuir la actividad de la glándula tiroides.
Controlar su uso si se toman medicamentos para la presión arterial o la diabetes.
- Evitar su aplicación tópica sin diluir en el caso del aceite esencial, para prevenir irritaciones o reacciones alérgicas.
¿Cómo preparar Melisa en infusión?
Para preparar tu infusión de melisa en casa:
- Calienta una taza de agua (aprox. 200 ml) hasta alcanzar unos 95 °C.
Añade una cucharadita de hojas secas de melisa o una bolsita de infusión Tea Shop. - Deja reposar entre 5 y 7 minutos, permitiendo que los aceites esenciales se liberen por completo.
- Cuela la infusión y endulza al gusto, preferiblemente con miel o stevia si lo deseas.
Para potenciar su efecto relajante, puedes combinar la melisa con otras plantas como tila, manzanilla o lavanda, creando una mezcla perfecta para desconectar cuerpo y mente.
Tómala después de las comidas para favorecer la digestión o antes de acostarte para disfrutar de un descanso profundo y reparador.
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